El día después de la muerte de Raúl Alfonsín, Crítica ilustró su tapa
con una foto retocada. La foto original fue tomada en 1989 por el
fotógrafo presidencial Víctor Bugge y aparecían Menem y
Alfonsín, caminando por los jardines de la quinta de Olivos. Allí
hablaron sobre el adelantamiento del traspaso del poder. Hace algunos
años entrevisté a Bugge. Recuerdo que esa foto le encantaba y la elegía
entre sus mejores. Recuerdo también que le llamaba la atención la pose
de Menem (erguido, con entusiasmo y ganas, canchero con una mano en el
bolsillo) en contraposición a la postura de Alfonsín, encorvado,
derrotado y con las manos atrás. “Así caminan los presos por los
pasillos de la cárcel”, me dijo Bugge una tarde en el sótano de la Casa
Rosada, mientras arriba, en el Salón Blanco, hablaba el venezolano
Chávez.
Crítica borró a Menem y la alteración provocó el repudio de la Asociación de Reporteros Gráficos Argentinos (ARGRA), que dice que no se le pidió autorización a Bugge para retocar esa foto. Además, dicen que hay un delito y una “barbaridad periodística”, ya que no se le informó al lector que esa foto había sido modificada digitalmente.
El comunicado completo de ARGRA:
Crítica borró a Menem y la alteración provocó el repudio de la Asociación de Reporteros Gráficos Argentinos (ARGRA), que dice que no se le pidió autorización a Bugge para retocar esa foto. Además, dicen que hay un delito y una “barbaridad periodística”, ya que no se le informó al lector que esa foto había sido modificada digitalmente.
El comunicado completo de ARGRA:
El día 1 de abril, el diario Crítica publicó en tapa una foto
icónica de Alfonsín y Menem. Lástima que Menem no estaba. Nadie lo echa
de menos, es cierto, pero la cuestión es otra. La foto, de nuestro
colega Víctor Bugge, fue intervenida alterando su contenido en desmedro
de una imagen (la original) que es parte de nuestra memoria social y que
remite al final del gobierno de Alfonsín. El problema no es si la
alteración “sirve” a los fines de ilustrar la muerte del protagonista.
El problema, otra vez, es que nadie en el diario Crítica consideró
relevante consultar al autor o avisar al lector desprevenido de la
maniobra realizada. Lo que hicieron no sólo está reñido con la más
elemental ética periodística. Es un delito. Previsto y tipificado en la
ley 11723 de derechos de autor. Víctor Bugge es, justamente, el autor de
la fotografía y titular de sus derechos, y por lo tanto, la única
persona que puede autorizar la modificación de la imagen. El lector debe
saber que la imagen fue modificada y con qué fines. Las leyes están,
hasta donde alcanzamos a entender, para ser cumplidas. ARGRA no sólo
repudia la barbaridad periodística cometida y el delito perpretado.
Además denunciará ante los foros que correspondan la maniobra que, es
doloroso reconocerlo, seguramente ha sido llevada adelante o consentida
por colegas periodistas.
ARGRA recuerda que el desmedro de una imagen icónica, es en perjuicio de la memoria visual colectiva de nuestra Historia, la que construimos diariamente con nuestro trabajo.
Exhortamos a los medios, y a quienes trabajan en ellos, a respetar nuestro trabajo, y las leyes imperativas que lo regulan y resguardan.
ARGRA recuerda que el desmedro de una imagen icónica, es en perjuicio de la memoria visual colectiva de nuestra Historia, la que construimos diariamente con nuestro trabajo.
Exhortamos a los medios, y a quienes trabajan en ellos, a respetar nuestro trabajo, y las leyes imperativas que lo regulan y resguardan.
Fuente: http://www.eblog.com.ar/5956/aunque-no-lo-veamos/
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